Árboles plagados de muñecas, que pueden observarse durante un viaje en lancha por los históricos canales de Xochimilco, México; Esos juguetes que causan ternura en las niñas son invocados en este caso para ahuyentar a los malos espíritus y mejorar los cultivos. Quien comenzó con esta costumbre fue el campesino mexicano Julián Santana, que durante cincuenta años convivió y conversó con sus muñecas. En una tradición muy peculiar Julián Santana se encargo de recolectar muñecas para luego decorar su isla con las mismas; entre los árboles y en cualquier otro lugar que pudiera ayudar a fortalecer su creencia.
En el lugar se construyeron tres cabañas para el Museo Tradicional, donde estarán los recuerdos de Julián Santana y sus inseparables muñecas, que ha heredado su sobrino Anastasio Santana Velásquez.
La isla se puede visitar a cualquier hora del día, está ubicada en la laguna de Teshuilo a una hora y media de brazo de remo del embarcadero de Cuemanco, en el sur de la ciudad de México.