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Los 60s vuelven a estar de moda con Louis Vuitton ya que  con una fuerte carga gráfica y siluetas que cubrían los tres tipos de largo en vestidos  mini, midi y max se combinaron en escena en está nueva colección.   Marc Jacobs llevo  su colección de primavera para Louis Vuitton elaborando vida y color dentro del escenario ya que el color que  predomino fue el amarillo y verde  principales fuentes que jugaron un papel importante entre brillo y glamour. El estampado clásico de la firma: El Damier se apodero en diferentes tamaños de casi todas las prendas en la colección incluso los estampados florales estaban puestos sobre cuadros, acentuaron el efecto gráfico del blanco y negro, marrón y gris combinaciones características de las bolsas. El escenario fue  una obra del artista  francés Daniel Buren.

Fotos: Vogue

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